Arquitecto Bernardo Bischoff


Entrevistadores: Arquitecto Juan Molina y Vedia
                             Arquitecto Fernando Williams
Lugar y fecha: Buenos Aires, 21 de agosto de 2004                   

Fecha de ingreso a la FADU: 1959
Fecha de Egreso de la FADU: 1966



Yo alumno - Yo arquitecto


Bernardo Bischoff (BB): Bueno yo empecé en el ’59, hice Introducción con “Manzanares”…era bueno. En el ’60 prácticamente deje porque tenia que hacer la conscripción, además yo la hice en la Tablada, o sea que no salía todos los días, salvo los fines de semana. Con todo, cursé una materia técnica me parece que era Construcciones o Matemáticas como para no desvincularme del todo. Después hice Composición 1° con Materi y Plez.

Juan Molina y Vedia (JMV): Yo conozco una obra lindísima de Plez en Av. De los Incas. Estuvo en Israel, se fue como 10 años y después volvió.

BB: Yo conozco una obra de él en la calle Gorostiaga, llegando a Luís Maria Campos, cuando pega una bajada, en esa esquina. Después, al año siguiente, pasé a  Coire a la mañana, pero no me gustó demasiado, volví a la noche.

JMV: Hiciste un curso de ingreso en verano, ¿te acordás?

BB: Sí, yo venía del Colegio Nacional Buenos Aires, no hice ingreso, pero tenia un año más, de todos modos el ingreso daba como una aproximación más al tema que uno que venia de otro lado se la perdía.
Después pasé al taller Borthagaray, hace poco que se iniciaba, creo que ese año o el anterior, venía con mucha fama, no se porque motivo, pero era un poco la onda de esa época, por él y por todo el grupo de gente que estaba con él. Con Borthagaray hice tres años o sea los últimos tres. En Composición 3 estaba con Leiro, en 4 con Ladizesky y en 5 con Mario Soto y Marcos Winograd. Cuando me anoté en el taller incluso me pararon y me dijeron que si no era muy buen alumno que ni me meta, medio me amedrentaron pero bueno me anoté lo mismo. Sí, era como una especie de elite entre los talleres, por el prestigio que había alcanzado. Digamos que los que la querían pasar fácil ni se metían y los que tenían alguna inquietud de salir sabiendo eran los candidatos. En el grupo de mi año se juntaron varios que después hicieron alguna trayectoria. Para empezar estaban Aftalion y Vidal que eran socios míos, después estaba Baudizzone, Lestard, Varas, Iturrieta, Cacho Korn. En el año inferior a nosotros creo que estaban Silvetti, Machado, Viñoly, en fin, es como que se fueron juntando todos los que tenían un poco de inquietud y se nuclearon allí.

JMV: Es interesante que haya una facultad que tenga un lugar donde los tipos que tengan mas energía, tiempo, ganas y decisión vayan a buscar que los exijan, digamos, como en el deporte, hay un lugar de alto rendimiento, entonces el que va ahí quiere que lo exijan, y otros talleres que toman a gente que por razones diversas o tienen menos tiempo o menos ganas o anda a saber que, pero ese escalonamiento es como para pensarlo.

BB: Yo en ese sentido me siento como un privilegiado, porque no se si hoy en día la facultad ofrece… yo no estoy muy interiorizado pero en ese momento era como un privilegio estar ahí.


JMV: Sí, por suerte acá en la facultad varios de los que vos nombraste están acá, tienen talleres y trabajan, está Solsona, Varas, Baudizzone, Lestard...

BB: Bueno, Jujo era profesor nuestro, no de mi grupo pero…Flora Manteola, Sánchez Gómez.

JMV: Flora Manteola esta en el CBC, en el curso de ingreso, y Sánchez Gómez tiene un taller con Lopatín y Berdichevsky, es decir que la generación de los ’60 es la primera que se forma en una facultad en que la Arquitectura Moderna está en la facultad. Antes en los años ’30, ’40, y hasta la mitad de los ’50 la formación era neoclásica, el Movimiento Moderno lo escuchabas por la ventana, por afuera, porque la gente sabia, lógico, sabia lo que pasaba en el mundo; pero dentro de la facultad ustedes son los primeros que tienen una enseñanza de Arquitectura Moderna directamente. Y se nota mucho, y lo que estamos viendo en todas las entrevistas es que en el ’66 con lo de las cachiporras y todo esto hubo una especie de herida en todos esos equipos, algunos se han ido del país, otros no se fueron pero...

Fernando Williams (FW): ¿Usted se recibió antes del ’66?

BB: Yo me recibí en marzo del ’66. Después entré como ayudante de Borthagaray hasta Julio, Agosto que fue la noche esa de los palos largos y ahí me fui y después nunca más volví porque en realidad la experiencia docente no me resultó cómoda para mí, no me sentía docente, con lo cual, no se si aproveché pero digamos que cuando se dio ese corte finalmente después no volví.
El taller en el último curso se organizó armando equipos, o sea hasta los años anteriores eran todos trabajos totalmente individuales, el 5° curso se armaron equipos y en ese momento me junte con Aftalion y Vidal. El tema fue hacer una especie de ciudad satélite entre Campana y Zarate armando una especie de conglomerado urbanístico con estos tres núcleos, y la entrega fue una charla con diapositivos, en el Aula Magna me parece, ahí en los galpones de madera, fue una exposición para todo el taller; esa entrega la tengo. A mi la entrega esa de Composición 5° es la que me parece más importante por lo que después pasó, sobretodo porque finalmente se armó un estudio a partir de ese grupo de compañeros. Bueno, en esa exposición nos fue muy bien, incluso, en ese momento, habían organizado o nos habían dicho que iban a hacer un premio taller, que se yo... finalmente quedó en la nada y a partir de ahí se armó una especie de refrito entre las principales propuestas y juntaron a todos los alumnos en una especie de equipo único con lo cual, bueno, no hicimos más nada. Al poco tiempo, un mes o dos, nos llamó Jujo porque tenía para hacer un concurso privado, una cooperativa y un club en Devoto y él no tenía tiempo. Bueno, nos pusimos a hacerlo, prácticamente corregíamos con él, venia él con Javier, no se cada cuantos días, nos juntábamos, veían en que andábamos, se seguía avanzando y finalmente terminamos, entregamos y ese concurso lo ganamos.

JMV: Y eso ¿esta construido?

BB: Se empezó a construir pero después creo que se paralizó, terminado en esa época no estaba, se había hecho la Planta Baja que era la cooperativa, en la calle Mosconi y la parte del club por lo menos estaba parada, después perdimos contacto.
Luego termino fin de año, se recibió Vidal y Aftalion, yo todavía no había terminado, y nos llamó otra vez Solsona que estaba haciendo el concurso de la Cámara de Diputados, esto fue en verano, no se si fue en enero; se les había ocurrido un partido B, un segundo partido, después él ganó el concurso, pero nos lo paso para que lo hiciéramos nosotros, lo desarrolláramos, estuvimos trabajando en esto y bueno nos empezamos a dar manija y empezamos a toquetear y a cambiar, bueno finalmente de los que ellos nos trajeron quedo bastante poco. Se junto con nosotros, con Javier, bueno, se molestó bastante. Finalmente nos largó, dijo que eso ya no tenía que ver con lo que nos había dado. Por supuesto que nunca más nos llamó. El concurso ese lo terminamos de presentar y sacamos una mención. Ellos ganaron.

JMV: Había una perspectiva de Viñoly hecha en lápiz, completa, con la reja esa terrible que tiene el Congreso en lápiz negro un dibujo extraordinario y también ahí había uno de Testa en tercer Premio, o algo así.

BB: Era un concurso bastante grande. Aparte, cuando fue todo este tema estábamos a algo más de una semana de la entrega, o sea que estábamos súper cortos de tiempo. Bueno, lo armamos un poco por amor propio y, bueno, por lo menos arrancamos. Yo, después, me recibí en marzo o sea que todavía era alumno cuando hice ese concurso. Después nos dedicamos a hacer concursos un poco como ocupación. En esa época había muchos concursos. Hicimos la Embajada de Chile que sacamos una mención o cuarto premio, siempre sacábamos algo. Hubo varias estaciones de ómnibus, en Tandil, en Monte Hermoso; en Azul salimos segundos, y más o menos para septiembre u octubre ganamos uno que fue el Banco de Santa Cruz en Río Gallegos.

FW: Ustedes hicieron dos edificios ahí ¿no? El primero es el Banco de Santa Cruz y luego otro que esta a unas cuadras...

BB: Sí, el Centro Roca, lo hicimos con una empresa constructora que en esa época empezaba a surgir que era Goti, que últimamente esta muy cuestionada porque esta medio ligada económicamente con Kirchner. Hoy en día no se como es la historia, pero en esa época era una empresa que recién se iniciaba eran unos tanos bárbaros, un montón de hermanos y todos laburantes. En ese momento, yo personalmente tendría seis meses de recibido y éramos todos súper pichones, o sea que el banco nos obligo a una permanencia personal en obra, contratamos a Pedregal y Peral para hacer la estructura que nos preocupaba sobremanera y tuvimos que vivir mucho tiempo allá, o sea nos íbamos turnando, siempre había alguien, era como una guardia. En ese tiempo del banco se hizo otro concurso que es un edificio de vivienda “el multifamiliar de Río Gallegos” se llamaba que lo terminó ganando Goldemberg con Doporto y Escudero. Nosotros nos juntábamos en el Hotel porque ahí estábamos aburridos no teníamos nada más que ir a mirar como trabajaban en la obra, después estábamos ahí siempre dando vueltas, con Doporto con Jorge y con Beatriz personalmente había sido compañero…

JMV: El empalme facultad-concurso también es un tema muy particular, muy intenso en esa época.

BB: Si, particularmente en el taller Borthagaray, cuando había un concurso era como que, todos estaban de alguna manera con algún grupo trabajando o ayudando. Todos los ayudantes eran, digamos, los concurseros ya habitué. Bueno en aquellas reuniones de hotel y de charlas en Río Gallegos estuvimos con Doporto y Escudero, que como te digo ya había sido compañero en un par de ocasiones en la facultad y, bueno, medio que nos embalamos para hacer concursos juntos. Ellos alquilaban un estudio a medias con Teresa Egozcue. No eran socios sino como vecinos. Y, bueno, nos juntamos incluso con Teresa y nos pusimos a hacer concursos juntos y tuvimos una racha muy exitosa. Ganamos cuatro concursos nacionales, no se si en un año. Uno fue el Instituto de Vitivinicultura en Mendoza; otro fue un Hotel Termal en el Chaco, en Roque Sanz Peña, se construyó; otro es una escuela de Marina en Puerto Belgrano que es un Puerto muy interesante, porque son dos instituciones entonces es un partido en H, son dos alas que son cada una de las escuelas, un puente con toda la parte directiva, un subsuelo cultural y entremedio una transparencia que abre al acceso y al patio de armas, quedó bueno; y bueno, finalmente, el Hospital Garrahan, que nos absorbió a full. Creo que fue en el año ‘70, teníamos…yo tenia cuatro años de recibido así que también era súper nuevo pero bueno, ya habíamos hecho unas cuantas cosas. Ese concurso se llamó en época de Manrique, Manrique era Ministro de Salud o algo así de Lanusse, después pasó todo el proceso de la vuelta de Perón, el gobierno de Isabel, cuando Isabel tomó la presidencia se les ocurrió a ella, a López Rega o no se a quién, hacer la Ciudad Isabel en el terreno donde teníamos asignado el hospital. Ya estaba toda la documentación hecha y licitándose. De ahí nos sacaron y el edificio quedó en el aire, sin destino. Finalmente nos asignaron el terreno que tiene actualmente y tuvimos que cambiar muchos planos porque cambiaron montones de cosas, hubo que hacer subsuelos con estacionamientos, que se yo... y se adjudico así. Lo adjudicaron en época de Isabel y ya el ambiente político estaba bastante inestable, cuando se empezó a hacer la obra en vez de empezar por una punta hicimos con la empresa constructora un plan de obra para sembrar de bases y columnas todo el terreno. Fue una decisión total y parecían como ruinas todas las columnas levantadas, las columnas solas. Al poco tiempo se produce la revolución y lo primero que quisieron hacer es parar, porque, no se, era una obra Peronista. Iban a pararla y no se animaron porque vieron que era todo un desastre de obra y después, un poco la inercia de la burocracia, todos los años se le daba una partida y bueno, se fue haciendo. En conclusión, el Hospital se hizo prácticamente entero durante el gobierno militar. Cuando Alfonsín toma la presidencia el Hospital era para ellos como una obra militar. Entonces, lo primero que hicieron fue pararla. Y estuvo parada pero le faltaban pavadas. Además, siempre estuvo castigada por los propios médicos porque los médicos arman camarillas entre ellos. Había un lobby muy fuerte que era el del Hospital de Niños, el Gutiérrez, creo que se llama. Ellos eran, digamos, el lugar del centro de excelencia en cuanto a pediatría y tenían aspiraciones de que este hospital fuese un edificio de traslado, o sea, querían trasladar todos los cuerpos médicos a un nuevo edificio. Y en este edificio se  había armado una especie de organismo híbrido en el que participaban el ministerio, la universidad, y la municipalidad. Después, finalmente, la universidad no participo pero creo que hoy en día sigue siendo un ente autónomo, autárquico con participación de la Nación y el Municipio. Bueno, el tema es que todo este lobby médico quedó afuera porque querían trasladarse ellos así, completo, como estaban. Bueno, después de un tiempo estuvo como un par de años parado, no se terminaban las pequeñas cosas y no se tenía ni idea como ponerlo en marcha porque es un organismo grande, complejo. Así que, no me acuerdo bien si a mediados o a fines del gobierno de Alfonsín, se pone en marcha. Y bueno y ahí arrancó, pasaron como diez o doce años, mas o menos desde que empezó.
Bueno, en este tiempo que tuvo bastante desgaste, Beatriz y Jorge se separaron del estudio, con lo cual quedamos cuatro: Aftalion, Vidal, Teresa Egozcue y yo. Ya por ese tiempo Teresa y Vidal se habían casado, o sea formaron pareja. Estuvimos unos cuantos años juntos. No hicimos muchos concursos. Hicimos varios trabajos, algunos interesantes. Me acuerdo un barrio en Ushuaia, nos preocupaba sobretodo el tema del clima, lo habíamos vivido en Gallegos y Ushuaia es todavía más extremo. En esa época nos había caído en las manos un librito del INTI de Loterstein sobre toda la parte ambiental. Bueno, nos propusimos hacerlo realmente adaptado al clima, es decir, se hicieron viviendas con expansiones en jardines tipo jardín de invierno, todas las orientación al norte, el sur protegido por circulaciones cubiertas, áreas exteriores protegidas del viento, cocheras bajo techo, y todo lo que le pudimos incorporar para que sea realmente eficaz y eficiente para el lugar.
Con Fernando Aftalion nos separamos hace 7 u 8 años más o menos o sea que a partir de entonces estuve trabajando sólo con Vidal y con Teresa Egozcue; retomamos un poco la práctica de los concursos. En algunos no nos fue bien, ganamos uno que fue el de los Tribunales de Neuquén; un concurso de afuera...Después ganamos varios concursos privados, hicimos un barrio, una especie de barrio cerrado en Berazategui, lindero con Abril. Ese es un proyecto fuera de escala, pedían una densidad muy alta, pero ahí desarrollamos una teoría en cuanto a las ciudades, digamos, al urbanismo que se viene o en ese momento parecía como inevitable que es el urbanismo de los barrios cerrados, que uno un poco le tiene miedo, como que la ciudad empieza a morir ¿no? porque finalmente es una sucesión de alambrados y porterías, y la gente que finalmente decide vivir en un barrio cerrado tiene un mejor contacto con la naturaleza, tiene mejores condiciones de seguridad, pero tiene un cierto aislamiento. Por eso desarrollamos la idea de un sistema circulatorio único, o sea que todo el mundo entre o salga por una calle única, como para obligar a los vecinos a tener mayores posibilidades de encuentro, o sea, aceptar la realidad de que quieren vivir ahí, ¿no? Sí, porque sino, uno se pone en utopista y no hace nada. Nosotros aceptamos que esa gente quiere vivir de ese modo, entonces la propuesta era que se encuentren más entre ellos y, por otro lado, teníamos siempre presente el día después, o sea, pensando que algún día las condiciones de seguridad serían diferentes y las barreras de alambre desaparecerían. Entonces, esa calle única la íbamos intencionando, de modo de generar puntos de contacto y de tensión con los barrios de los costados. Por ejemplo, a Abril le llegábamos donde ellos tienen el centro con esa calle principal a un contacto casi de borde. Después, lo mismo para el otro lado donde esta el otro country que es el Carmen.
Años más tarde, hicimos un proyecto de un barrio privado de más baja densidad, en Pilar -que todavía no se concretó pero tenemos esperanza de que sí- y se hizo sobre el mismo esquema, o sea, una calle única. A las viviendas en vez de cul de sac se agrupan en calles en U no sólo con la idea de bajar la velocidad sino también de que haya más vecinos en cada circuito.

JMV: Eso hizo Bereterbide en varias urbanizaciones en Buenos Aires con mucho éxito, con esas calles en U, le dio un uso muy inteligente, porque las cortadas son la muerte, en cambio la calle en U tiene algo de cortada pero no es una cortada.

BB: Claro, acá el cul de sac es algo frustrante, además junta a muy pocos vecinos. De este otro modo, se duplica la cantidad y se logra el objetivo de que sea una calle de muy baja velocidad porque nadie se va a poner hacer una picada donde no puede ir a ningún lado.

JMV: Me parece interesante, vos contás tu época de la facultad y los concursos son como un enganche con eso y después los concursos se transforman en hoy. Lo que estas contando es como una explicación continua desde la formación hasta ahora.

BB: Sí, bueno, repito que dentro del marco que nos dio el taller Borthagaray.

JMV: ¿Cómo lo describirías a eso? Contame un poco ¿cómo veías el taller desde adentro como alumno? ¿Cuáles eran sus fuertes y qué rumbos te daban, qué referentes y que herramientas teóricas?

BB: Bueno, Manolo tenia una característica que era de hacer teóricas cuando todo el mundo pensaba que diseño era totalmente empírico, él daba teóricas de diseño, de temas específicos, por ejemplo, un día dio una teórica sobre formas de entrar a un edificio, pasaba montones de ejemplos de distintas cosas y así varios temas. Por otro lado, estaba el tema de los concursos. Él intervenía, seguramente, en muchos y todo su cuerpo docente. También muchos de los alumnos ayudaban en esas ocasiones. De todos modos, aunque no ayudaran cada vez que había un concurso se lo veía como un acontecimiento casi deportivo entonces se veía quien ganó, quien no ganó, como le fue a uno al otro. Nosotros trabajamos en algún concurso con Solsona, el Hospital de Córdoba.

JMV: Ah, si, uno que gano Soto, Borthagaray con Soto un edificio chato, largísimo como de tres cuadras.

BB: Si, el de Jujo estaba totalmente inflado, después perdieron a último momento el cómputo porque se habían pasado por lejos, pero en ese concurso habíamos ayudado en la pasada, yo creo que hice alguna perspectiva, y estaba totalmente intimidado….

JMV: Y los tipos que no eran de la materia Arquitectura, los de las técnicas, ¿te acordás de Aldo o las matemáticas? ¿Cómo venia toda la parte de apoyo técnico, de estructuras y de todo esto?

BB: No se, matemática nunca entendí para que estaba, es más que nada un ejercicio de gimnasia mental que otra cosa, nunca le encontré aplicación. De las técnicas, de estabilidad me sirvió para tener conceptos pero nunca continué con el trabajo de calcular cosas. En su momento lo sabia, después nunca más, un poco también por la práctica personal, como trabajaba en estudios con obras de envergadura no podíamos ponernos a calcular vigas o columnas porque estaba fuera ya de nuestra escala, o sea, lo derivábamos a especialistas que tratábamos que fueran siempre de buen nivel. Pedregal y Peral fueron en nuestra primera obra, pero después hicimos trabajos con Fainstein, con Curutchet... Digamos que era siempre nuestro gasto mayor, buscábamos la seguridad de un estudio importante con lo cual uno finalmente se desvincula del tema, o sea, conoce el tema desde el punto de vista teórico o conceptual pero no en la práctica de calcular nada.

JMV: En tu época ¿cuántas clases de Diseño había por semana?

BB: Creo que eran tres veces por semana.

JMV: Eran Lunes, miércoles y viernes, ahora son dos veces, en eso a habido un cambio.

BB: Sí, incluso todavía en nuestro tiempo se llamaba Composición Arquitectónica que calculo que era una herencia de las viejas épocas.

JMV: ¿Y de los arquitectos referentes de aquella época? ¿De sus propios referentes?

BB: Referentes, digamos, un poco, los modelos que uno tenia presente, en los primeros años...

JMV: Dicho de manera cruda, ¿de quién uno se copiaba? La palabra copiar entendida como interpretar...

BB: Sí, pero hay algunos que interpretaban y les salía igual. Yo creo que en los primeros años no había una relación muy grande con el mundo exterior, por lo menos, habría algunos que tendrían mas inquietudes culturales que otros; un poco a través de las correcciones y de lo que se hablaba con los docentes. Me imagino que eran las figuras del Bahuaus y Le Corbusier el sustento ideológico que estaba detrás. Cuando entré al taller Bortagharay cambió un poco el enfoque y ellos en esa época tenían como modelo a la Arquitectura Inglesa, y en ese momento los máximos referentes eran Stirling y dos o tres más, no me acuerdo, pero había, digamos, una segunda línea.  Y desde el punto de vista formal las búsquedas geométricas; eso fue durante ese tiempo, ya después terminada la facultad uno empezó a tener más referentes pero ya en épocas más recientes, todos los movimientos de vanguardia, post modernismo, decontructivismo, o algunos arquitectos en particular como Richard Meier. Pero en esa época el único, la estrella indiscutida era Stirling.

FW: Y cuando ustedes proyectaron, por ejemplo, el Banco en Río Gallegos, ¿en quiénes pensaban? Supongo que estarían también más cerca de esa arquitectura inglesa.

BB: Río Gallegos esta hecho todo con mullions, tiene una imagen inglesa, que era una Arquitectura del corte, o sea, se trataba de expresar el corte, el corte como sale, un poco toqueteado, pero las fachadas eran la expresión del edificio como era. Pero bueno, allá teníamos, por ejemplo, la presencia del clima, los jardines de invierno, arriba había tres viviendas que tienen jardines de invierno orientados bien al norte y todo el hall del banco es un gran techo de vidrio orientado también al norte.

JMV: Yo lo conozco muchísimo porque yo fui varias veces a Río Gallegos y saqué fotos...

FW: Todavía hoy el banco es una postal de Río Gallegos.

BB: Me imagino que sí. Los jardines de invierno son increíbles, uno en Gallegos piensa que siempre anda con tres camperas puestas y en los jardines de invierno directamente uno esta en cuero. Y es una especie de redescubrimiento porque las casas viejas Inglesas…

JMV: Tienen todas esa galería living vidriada.

BB: En realidad, lo vimos, lo verificamos después pero habíamos leído, nos habíamos interiorizado y lo aplicamos.

(Miran los dibujos de las entregas de la facultad traídos por Bernardo Bischoff)

JMV: Estos dibujos son geniales.

BB: En esa época había visto bastante un edificio que había hecho Bonet en Punta Ballena, con arcos así, muy aplastados… Y acá hicimos el desarrollo de Lugano 1 y 2.

JMV: Ah, el otro día alguien hablo de eso...

BB: El jefe de obra era…

JMV: Lebrero.

BB: Después tenía dos segundos que eran Materi en Arquitectura y Liberto Allende. También tenía tres o cuatro más. Y había juntado un grupo de alumnos elegidos por Materi, y ahí estuvo Lebrero.

JMV: Lebrero habló de las dificultades para hacer esa calle en altura…

BB: En Lugano yo estuve en la primera etapa, cuando se hizo el anteproyecto, después cundo se documentó ya me había ido, pero los dibujantes teníamos tal vez más inquietudes que los Arquitectos reconocidos que estaba detrás de todo esto y en un momento dado, al final, armamos como una especie de comité que intervenía…

JMV: Porque Lebrero no estaba de acuerdo con lo que le hacían hacer, el quería otra cosa…

(Siguen observando los dibujos del arq. Bischoff)

JMV: ¿Qué dirías sobre los cambios en los instrumentos de representación?

BB: En el estudio hemos adoptado la computadora pero, por supuesto, había chicos que manejaban las máquinas. Yo personalmente seguía proyectando con el lápiz gordo y todas esas cosas y tenia que sentarme al lado del que estaba en la máquina e ir tocando. En alguna medida, me sentía como un analfabeto, como impotente, o sea, no podía meterme. Yen realidad hace bastante poco que empecé a hacer cosas yo mismo a través de computadoras y es cierto medio que te atrapa. Empezás ya a proyectar con la pantalla o sea que lo que uno proyecta a mano, con lápiz y papel es mucho menos que antes. Antes uno agarraba una cosa le metía un calco, otro calco, tenia otro seguimiento...

JMV: ¿Alguno de ustedes  relacionó esto con el tiempo? Los tiempos del proyectar han cambiado y es una cosa que está en un momento de equilibrio porque estamos pasando de una manera a otra y seguramente los tipos más jóvenes dentro de algunos años inventaran la manera de hacerlo…

BB: O inventaran programas que permitan más, más amigables de manejar. Hoy en día uno dibuja con medida en la mano o sea no hace una raya si no pone a cuanto o sea un borrador termina siendo un replanteo aunque uno no tenga otra idea.

JMV: Entonces el tema ese, como nace una idea, que antes eran los borradores de Alvar Aalto, los borradores de diferentes tipos…

BB: Bueno, ahí yo creo que la computadora no tiene mucho que ver con el nacimiento…

JMV: La mayoría arranca y después va a la computadora, todavía nosotros pensamos sin la computadora y después hay alguien que toma la computadora y lo sigue ¿no?

BB: No se, la verdad que muchas veces pensé en los procesos de creación de una idea y no se, a veces, uno hace un proyecto y le sale de una. Otras veces le da mil vueltas y nunca termina de quedar bien o sea que es muy difícil establecer una pauta.

JMV: No, pauta no, pero sí un tipo como Testa, Solsona, o como vos o cualquiera lo que puede hacer después de haber hecho el oficio durante muchos años es contar como lo hizo, como es que le salió, contar como lo hace, qué herramientas físicas o teóricas usa para proyectar, o cómo lo piensa, es como relatar una aventura, no quiere decir que sea un método o que siempre sirva.

BB: Si, pero después uno termina ligado al resultado final, es muy difícil, no se... uno se auto engaña fácilmente, o sea, uno termina contando lo que termina haciendo pero todas las dudas y las barbaridades que pensó hasta llegar a eso o se las olvida o es difícil de hacer un proceso.

JMV: Y algunas cosas son casi misteriosas, ideas que se te ocurren mientras dormís y te despertás a la mañana, o en el lugar más insólito se te prende la lamparita de algo que tenés dando vueltas. U otras cosas que son un trabajo metódico, que vas avanzando como una topadora resolviendo todas las cosas. Las mentes no son iguales: hay metódicos, hay intuitivos, hay mezcla de las dos cosas, hay quienes prefieren conversar con otras ideas y mostrar a otros lo que están haciendo y les sirven las observaciones y otros a quienes no les sirven las observaciones de afuera y prefieren embarcarse solos, llegar al final y después que la gente lo mire cuando esta terminado, en fin, hay tipos que hacen equipo y otros que no hacen equipo; o tipos que hacen equipo y te lo pasan a vos y si vos sos un joven que no respetás lo que te dicen te echan, ¿viste? Les pasa a muchos que quieren tener alas de un proyecto de otro y el otro no, no quiere; en fin y la idea de los equipos… Vos me contaste que ustedes tuvieron equipo casi siempre, en diseño 5 se entrenaron para hacer un equipo y después en los concursos, todo eso era en equipo...Y en la enseñanza hay un contrapeso, de repente se hacía todo en equipo y era exagerado porque había tipos que se escudaban en otros que eran mejores y no podías valorar si no pasaban tipos que no tenían que pasar, entonces se dijo que los trabajos debían ser individuales para comprobar que es lo que vale cada uno, pero, por otro lado, queda pendiente la idea que hay que aprender a trabajar en equipo…

BB: Si, es un aprendizaje y además no siempre los equipos son exitosos, muchas veces se dan equipos que son un rejunte, y uno trabaja y el otro mira y se terminan peleando siempre. Es difícil pero es un aprendizaje o una gimnasia que creo que es importante que se plantee como nos ocurrió a nosotros en los finales de la carrera, después de tener un tiempo de elaboración personal

JMV: Y bueno, por lo que vos me contás, lo que les estaban haciendo ahí  -exponer un proyecto en equipo con diapositivas-  es lo que en otros lugares  llaman tesis,  defendés tu idea en público, lo contás. En otras facultades, el trabajo final tiene esas características... pero en muchos lugares tienen temor a que se haga en equipo, no confían en los equipos porque creen que pueden apañar a alguien que no merece pasar.

BB: Bueno, en ese sentido, para la cátedra nosotros teníamos la tranquilidad de que éramos alumnos de cursos anteriores. Es distinto cuando aparece un paracaidista que no sabes quien es, y se mete en un equipo.
De anécdotas de alumno, no terminé de contarte, cuando estábamos en Lugano 1 y 2 te dije que los dibujantes alumnos éramos más inquietos que los titulares proyectistas y se armó una especie de comité de rebeldía. Estaba Lebrero con sus socios, posteriormente Crespo y Miranda. Estaba Ana Pusiol que también estuvo en el Urbanismo estatal. Y estaba yo y no se si alguno más. Éramos un poco los rebeldes y estuvimos proponiendo cosas y unas cuantas cosas pudimos lograr. Después yo renuncié, ya me había recibido, me empecé a dedicar a concursos y ya no me daba el tiempo para mucho. Me fui y entró otra camada nueva entre los que estaban Lestard, Varas y toda gente más o menos seleccionada. El encargado de ese tema era Materi, juntaba alumnos que había conocido en sus años anteriores.
Yo de Vidal y Egozcue ya me separé, no estoy más con ellos, hará mas o menos dos años, así que todavía estamos haciendo cosas juntos que quedaron pero cosas nuevas no, y bueno ya mucho más, no.

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